EL GIBOSO ESPAÑOL (1992)
Artículo escrito por Jesús Jiménez Cossío para la Revista PÁJAROS Nº 12 en el año 1992, en respuesta a otro artículo escrito por D. Valeriano García.
“Después de haber leído el artículo sobre el Giboso Español que ha escrito el Juez O.M.J. de postura D. Valeriano García Moreno publicado en el nº 11 del año 1992 de la revista Pájaros y en alguna revista extranjera, he decidido escribir este artículo para rebatir algunas afirmaciones que hace dicho juez y que, bajo mi punto de vista, son totalmente erróneas e inexactas.
Para los que no me conocen quiero deciros que llevo más de 30 años criando canarios, siempre de postura rizada, llámense Fino Sevillano, Gibber Italicus o Giboso Español; he sido varias veces campeón de España y del Mundo en Gibber Italicus, y desde que se reconoció el Giboso he participado en todos los campeonatos del Mundo (excepto en el celebrado en Las Palmas) y en muchos campeonatos de España. Soy el canaricultor de postura que ha obtenido para España más premios a nivel mundial. He participado activamente en la construcción del Giboso y he sido la persona que más ha luchado para conseguir su reconocimiento. Expongo todo esto para que los lectores comprendan que tengo conocimiento de causa para hablar del Giboso y rebatir muchas de las afirmaciones que hace el Sr. García Moreno.
Mis exposición la voy a centrar en los cinco puntos siguientes:
-Rechazo de algunas afirmaciones que aparecen en el artículo de D. Valeriano García Moreno.
-Antecedentes del Giboso español.
-Construcción del Giboso español.
-Reconocimiento del Giboso español.
-Pasado, presente y futuro del Giboso español.
En primer lugar quiero rebatir la afirmación que hace el Sr. García Moreno referente a que en Tenerife antiguamente se apareaban intenso con intenso. Mi primera visita a Tenerife fue en el año 1970 y fui a comprar canarios rizados de color rojo que allí denominaban “remixtos”; acompañado por dos magníficos criadores de Tenerife (D. Asdrúbal Bethencourt y D. Antonio Martín Galván) estuve visitando los aviarios de los más renombrados criadores de Tenerife de aquel tiempo, y aparte de unos extraordinarios remistos, solamente vi unos Melados de buena posición, con un plumaje y rizos muy abundantes por todo el cuerpo. No vi en ningún sitio, y estuve en muchos aviarios, canarios amarillos de pluma intentsa. Cuando lo comentaba con los ciradores me deciían que allí no gustaban los canarios finos y que todos apareaban melados con melados y nunca intensos con intensos. Voy a contar una anécdota que me ocurrió dos años después y creo que es muy ilustrativa; con motivo de un homenaje que le hicieron a un gran canaricultor tinerfeño (D. Antonio Rodríguez Acuña) me desplacé a Tenerife con D. José Vergara Santos, un gran canaricultor sevillano de aquella época. A este homenaje asistieron la mayor parte de los canaricultores tinerfeños y, cambiando impresiones, me comentaban que ellos apareaban melados con melados para fortalecer el canario. Yo les comenté que iban por camino equivocado, que para conseguir el Giboso había que aparear intenso con intenso /ya en ese año se estaba en el proceso de su construcción). Entonces un canaricultor tinerfeño comentó que yo les estaba abriendo los ojos y enseñándole el buen camino para conseguir el Giboso.
Tampoco es cierto que en Sevilla existan pocos finos sevillanos y pocos criadores. ¿Cómo puede afirmar esto, este señor, si en aquel tiempo nunca había estado en Sevilla ni tenía relación on los aficionados sevillanos?. Todavía viven algunos antiguos criadores que pueden dar fe de la cantidad y calidad de los Finos Sevillanos.
¿Cómo pude afirmar este señor que el canario Sevillano no trasmite ni fija sus características a sus descendientes?. Según esta teoría el Fino Sevillano no ha servido para la construcción del Giboso; cuando hable de sus antecendentes enunciaré qué características ha aportado el Fino Sevillano al Giboso y cuáles ha aportado el Melado Tinerfeño.
El Sr. García Moreno dice textualmente: “En la provincia de Sevilla la cabaña se concreta en determinado número de criadores, haciendo reducir el número de ejemplares de la misma”. Esta frase está dicha malintencionadamente y además es totalmente falsa. Sevilla y sus aficionados han sido los mayores propagadores del Giboso, enviando grandes cantidades a toda España (tanto peninsular como insular) y a toda Europa. Concretamente puedo dar nombres de 30 o más criadores canarios que han tenido pájaros míos. Con esta afirmación no quiero quitar ningún mérito a otras regiones, entre ellas Canarias, que también ha hecho mucho por la propagación del Giboso, pero no podemos olvidar que la participación española en los mundiales ha sido casi en un 90% de criadores sevillanos.
En cuanto a la provincia de Cádiz no creo que haya un criador de Giboso que no tengan canarios procedentes de aficionados de Sevilla; concretamente no hay un criador de San Fernando que no haya tenido Gibosos de mi aviario y recuerdo de aficionados que aún viven que hace 20 ó 25 años ya venían a comprarme. ¿Cómo puede decir este señor que los Gibosos que hay en San Fernando proceden de Tenerife? A esta cuestión podrían contestar muy bien los aficionados de San Fernando.
De ninguna manera puedo comprender que todo un señor Juez de Postura diga que en estos momentos existen dos Gibosos: uno, que es el del estándar (el peninsular) y otro, que no es el del estándar (el insular). No, señor juez, Giboso solamente existe uno que se tiene que atener al estándar y el Giboso que no se atiene al Estándar es un mal Giboso o no es Giboso.
En cuanto a que el Giboso peninsular no puede subsistir sin el Giboso insular, es, simplemente, una opinión que cae por su base, come se verá más adelante.
ANTECEDENTE DEL GIBOSO ESPAÑOL
Desde hace mucho tiempo en Sevilla se ha criado un canario de postura rizada conocido por el nombre de Fino Sevillano. Según me contaban aficionados antiguos, se había conseguido con unos canarios que procedían del Sur de Francia, que eran parecidos al Rizado del Sur. Para reducirle los rizos y el tamaño de las plumas apareaban canarios en consanguinidad e intensos con intensos. Aunque este canario no tenía un “estándar oficial” los aficionados sabían las características que tenía que tener y prácticamente todos criaban el mismo tipo. Tenía una posición de “uno” no excesivamente pronunciada, el cuello largo y liso, flancos pequeños, rizos en pecho y espalda muy poco voluminosos de forma que se le veía el esternón desnudo, patas largas y rígidas e inclinadas un poco hacía atrás, muslos desplumados, cabeza muy pequeña y 16/17 cm. De talla. Casi todos eran de color amarillo intenso y la pluma era corta e intensa, nunca nevada. A grandes rasgos éste era el Fino Sevillano de los años 1960/1970.
En mis primeras visitas a Tenerife observé que los aficionados criaban u pájaro que llamaban Melado Tinerfeño de gran talla (18-20 cm.) con largas y voluminosas plumas que le cubrían todo el cuerpo, cabeza grande, cuello relativamente largo, patas largas y ligeramente acodadas con los muslos emplumados; todos de color amarillo nevado. Un canario muy parecido al que se ha reconocido recientemente y que de ninguna manera ha servido para la construcción del Giboso actual.
También vi, en pequeña cantidad en algunos aviarios y muy abundante en casa de D. Antonio Rodríguez Acuña, un canario, que también llamaban Melado Tinerfeño, bastante diferente al descrito anteriormente. Este canario tenía las siguientes características; Posición en forma de uno, talla 18-20 cm., cuello muy largo, liso y proyectado hacia abajo (mientras más lo bajara mejor), pecho y abdomen cubierto de plumas lisas, patas muy largas y ligeramente acodadas, muslos emplumados, flancos pequeños, rizos en la espalda poco voluminosos y cabeza algo grande, pero no excesiva. El plumaje era largo, liso y nevado. En algunos tan nevado que parecían blancos. En suma un gran canario, esbelto, proporcionado, corpulento y espectacular. Este pájaro y no otro es el que se ha cruzado en el Fino Sevillano para la obtención del Giboso Español.
Este Melado se dejó prácticamente de criar, pero en mi última visita a La Laguna, he tenido la satisfacción de ver en casa de D. Antonio Rodríguez Acuña varios ejemplares que ya se asemejan mucho. Estoy seguro que dentro de un par de años este señor los habrá conseguido exactamente iguales que los antiguos.
CONSTRUCCIÓN DEL GIBOSO ESPAÑOL
Se ha hablado y escrito mucho que el Giboso actual se ha conseguido gracias al trabajo y esfuerzo de los criadores sevillanos y tinerfeños. Yo tengo que decir que el Giboso Español se ha conseguido gracias al trabajo y esfuerzo de dos personas: D. Antonio Rodríguez Acuña de La Laguna (Tenerife) y Jesús Jiménez Cossío de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Por si sirve un poco para aclarar la historia del Giboso voy a hacer un relato de todo lo sucedido en aquel tiempo. En mi primera visita a Tenerife en el año 1970 me presentaron a D. Antonio Rodríguez Acuña, aunque no tuve la oportunidad de visitar su aviario; al año siguiente D. Antonio Rodríguez Acuña me llama por teléfono y me pide algunos Finos Sevillanos; él viene a Sevilla con su señora y empezamos una gran amistad entre ambas familias que aún perdura. Se lleva de mi casa varios Finos Sevillanos no de mucha talla y me trae dos magníficos Melados; con estos pájaros intercambiados empezamos ambos a trabajar. Ese mismo año tengo la gran suerte que un extraordinario canaricultor y amigo de Sevilla (D. Julio García Castro) decide, por su edad, quitar su aviario le compro todos sus magníficos canarios que eran muy parecidos al Giboso Español actual. De estos canarios le envió varios a D. Antonio y en los siguientes años empezamos a intercambiar los descendientes ya cruzados del Fino Sevillano y Melado Tinerfeño hasta conseguir el actual Giboso. Pienso que el trabajo para la construcción del Giboso fue simultáneo y no hay preponderancia por ninguna de las dos partes. Si acaso, el beneficiado he sido yo pues he tenido la fortuna de aprender mucho de D. Antonio Rodríguez Acuña, sin duda alguna el mejor criador de Giboso.
En cuanto a qué canario ha aportado más para la consecución del Giboso, yo no tengo duda que el Fino Sevillano estaba bastante más cerca del estándar del Giboso que el Melado Tinerfeño y por lo tanto es el que más ha aportado. Esto es una opinión personal y, por supuesto, respeto la opinión de los que piensen de otra forma.
El Melado Tinerfeño le ha transmitido al Giboso las siguientes características: Su posición (más pronunciada que la del Fino Sevillano) y la talla.
El Fino Sevillano le ha transmitido al Giboso las siguientes características: El esternón totalmente descubierto, las patas rígidas y ligeramente inclinadas hacia atrás, los muslos desplumados, la cabeza pequeña, el plumaje corto e intenso y el color intenso de us plumaje. También existen unas características comunes en ambos que han sido trasmitidas al Giboso.
Después de todo lo anteriormente expuesto, ¿cómo puede decir el Sr. García Moreno que el Fino Sevillano no transmite sus cualidades a sus descendientes?
“En el Concurso Nacional FOCDE celebrado en Valencia en Diciembre de 1980 se presentan, por primera vez y fuera de concurso, más de 50 Gibosos para su enjuiciamiento por los jueces españoles y el 8 de Diciembre se aprueba a nivel nacional con el nombre de Giboso Español.”
RECONOCIMIENTO DEL GIBOSO ESPAÑOL
Aproximadamente en el año 1975 ya estaba conseguido el Giboso Español, prácticamente tal como es en la actualidad. Empezamos a presentarlos en los concursos y los jueces tenían dificultades para enjuiciarlos como Gibber italicus (única raza reconocida que se asemejaba) y empezamos a plantearnos su reconocimiento como nueva raza. En el año 1979 vino el Sr. Bigas, en aquel tiempo Presidente e la Comisión Técnica de Postura, a enjuiciar el concurso de la Asociación Ornitológica La Isla de San Fernando y en una reunión en dicha asociación acordamos empezar las gestiones para su reconocimiento a nivel nacional. El primer paso fue la confección del estándar. Después de varias reuniones y consultas telefónicas con aficionados de Tenerife y San Fernando, en Sevilla confeccionamos una planilla a la que los aficionados de ambas ciudades dieron su conformidad. Los aficionados sevillanos bautizamos este canario con el nombre de Giboso Sevillano. Los de Tenerife no estaban de acuerdo y creían, con mucha razón que el nombre debía ser Giboso Español. Para tratar de arreglar estas divergencias hubo una sola reunión en Santa Cruz de Tenerife, en el mes de Noviembre de 1980, a la que asistieron varios aficionados tinerfeños, el Sr Bigas y yo que iba en representación de Sevilla. En esta reunión se acordó por unanimidad denominarlos Giboso Español.
En el Concurso Nacional FOCDE celebrado en Valencia en diciembre de 1980 se presentan, por primera vez, y fuera de concurso, más de 50 Gibosos para su enjuiciamiento por los jueces españoles y el 8 de diciembre se aprueba a nivel nacional con el nombre de Giboso Español. Como destaca el Sr. García Moreno en su artículo, no sé con que intención, el reconocimiento del Giboso se hizo en un solo año, pero en aquel tiempo no existía la normativa actual que exige la presentación durante tres años consecutivos. También quiero destacar que los más de 50 Giboso enjuiciados, todos noveles, pertenecían a criadores de Sevilla.
Una vez aprobado a nivel nacional empezamos los trámites para reconocerlos a nivel internacional. En 1981 la comisión Técnica de Postura, sin consultar con los aficionados, envió a O.M.J. una planilla del Giboso, diferente a la que se había aprobado y por la que habían sido enjuiciado los pájaros en Valencia. Las variaciones eran mínimas y no afectaban nada al fenotipo del canario pero los aficionados no estuvimos de acuerdo con ella. Para discutir estas divergencias nos reunimos el 12 de diciembre de 1981 en Barcelona con los Sres. Babra y Bigas y en esa reunión se acordó la planilla definitiva que siguieón siendo la misma que se utilizó en Valencia, añadiéndole pequeños matices aclaratorios. En esta reunión tuve el honor de actuar como representante de los aficionados tinerfeños por delegación escrita de la A. O. Tinerfeña.
“Los Gibosos fueron enjuiciados por 29 jueces internacionales de Italia, Bélgica, Alemania, Holanda, Inglaterra, Suiza, Checoslovaquia y Francia siendo la opinión de una amplia mayoría favorable a su reconocimiento como nueva raza, siendo oficialmente reconocido el 24 de enero de 1984 en Pirmasens (Alemania).”
A partir de este momento tengo que decir, pues es la verdad, que todo el trabajo, esfuerzo y coste para el reconocimiento del Giboso los hice personalmente. Preparé un dossier para enviarlo a C.O.M. a través del C.N. jueces, compuesto por la planilla aprobada, fotografías, radiografías, un estudio comparativo con el Gibber italicus y varias láminas en dos idiomas todas ellas hechas en Sevilla. Envié artículos para propaganda y fotografías a todas las revistas de ornitología de Europa para que las publicasen, como así hicieron; envié Gibosos a varios concursos internacionales, entre ellos a Reggio Emilia y los presentaba fuera de concurso. Para que conocieran y estudiaran al Giboso invité a visitar mi aviario a muchos jueces nacionales de postura, al Presidente de C.O.M. Mr. Van Roelen y a renombrados jueces O.M.J. de Italia, Francia y Bélgica.
Para su reconocimiento internacional hubo que presentar los Gibosos durante tres mundiales consecutivos. El año 1982 se presentaron 4 Gibosos de mi propiedad en Roeselare (Bélgica). En 1983, se presentaron 6 Gibosos de mi propiedad en Piacenza (Italia). En 1984 se presentaron 12 gibosos (2 de D. Antonio Rodríguez Acuña, 2 de D. Juan Antonio García Amuedo y 8 de mi propiedad) en Pirmasens (Alemania). Como se puede observar, de los 22 Gibosos fueron enjuiciados por 29 jueces internacionales de Italia, Bélgica, Alemania, Holanda, Inglaterra, Suiza, Checoslovaquia y Francia, siendo la opinión de una amplia mayoría favorable a su reconocimiento como nueva raza, siendo oficialmente reconocido el 24 de enero del 1984 en Pirmasens (Alemania).
PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL GIBOSO ESPAÑOL
Cuando hablemos del Giboso Español no nos debemos remontar más allá del año 1970 que es la fecha que empezamos a construirlo; antes de esa fecha no existía. Existía el Fino Sevillano y el Melado Tinerfeño que han sido la base para su construcción. En mi opinión, es muy importante que todos admitamos este hecho y así evitaremos disputas innecesarias entre Sevilla y Tenerife sobre al antigüedad y origen del Giboso, que por otro lado son muy difíciles de demostrar por ambas partes.
El presente del Giboso es brillante: En Sevilla existe gran cantidad de criadores (cada vez más) y gran cantidad de pájaros. También me consta que en Tenerife hay gran cantidad y calidad tanto de ciradores como de canarios. Es un canario que se está extendiendo por toda Europa y en todos los concursos levanta gran expectación. En mi opinión, es uno de los canarios más conseguidos y que se asemejan más fielmente a su estándar, prueba de ello son los últimos nacionales y mundiales en los que han conseguido las puntuaciones más altas de toda la postura.
El futuro tiene que ser muy esperanzador. Para que así sea todos los criadores de Giboso tenemos que ser conscientes de que existe un solo estándar al que nos tenemos que atener. Todos debemos esforzarnos y participar más en los concursos, principalmente en el nacional y en el mundial. Mientras más participemos, más los daremos a conocer fuera de nuestras fronteras.
Esta es la historia, mejor dicho, “mi” historia sobre el Giboso Español. He sido la persona que ha vivido más intensamente todo el proceso de construcción y reconocimiento del Giboso y sinceramente no creo que haya nadie con más conocimiento que yo para hablar sobre este tema. No obstante, puede haber “otras historias” del Giboso, que por supuesto respeto, pero que no puedo compartir como es la D. Valeriano Garía Moreno.”